Es habitual en nuestro día, leer y escuchar noticias relacionadas con estos términos, pero nunca tenemos del todo claro en qué consisten. Por eso hoy vamos a intentar, mediante este artículo, que estos conceptos nos resulten un poco más familiares y entendamos mejor de qué se tratan.
Para empezar, definidos de una forma genérica, son indicadores presentes en cualquiera de los productos financieros que queramos contratar, que nos sirven para calcular el coste y la rentabilidad de un producto bancario. Además, cabe destacar, que son conceptos oficiales, ya que fueron establecidos por el Banco de España. Como caso practico, para entender un poco más de cerca, afectan, por ejemplo, a los siguientes productos:
- Hipotecas, tanto a tipo variable como mixto.
- Préstamos, bien sean personales o tarjetas de crédito.
- Cuentas bancarias, como depósitos, fondos de inversión y cuentas de ahorro.
Aunque para entender mejor lo que son estos índices y cómo nos afectan en nuestras operaciones financieras, vamos a explicarlos de una forma más detallada.
¿Qué es el TIN?
Es un término que proviene de las siglas que utilizamos para nombrar el Tipo de Interés Nominal. Es referido a los intereses que recibe el prestamista, como pago por el servicio de ceder su dinero durante un tiempo determinado. Es decir, los intereses que pagamos asociados al préstamo si solicitamos la ayuda, o por otro lado los que recibimos si somos inversores. Está siempre vinculado a un período de tiempo, que normalmente es mensual o anual. Al estar asociado directamente a los intereses, no es el más adecuado para mostrar el coste total de la operación. El TIN no lleva ningún gasto asociado.
¿Qué entendemos por la TAE?
Es otro término bancario, que proviene de las siglas de Tasa Anual Equivalente. Indica en forma de porcentaje el coste o rendimiento real que se obtendrá de un producto financiero. Se calcula en base a una fórmula que incluye el tipo de interés, la comisión de apertura, el tiempo de los plazos y el número de años del préstamo como principales parámetros. Es más representativa que el TIN en el coste total de la operación, ya que expresa todos los gastos que conlleva, como pueden ser comisiones, productos vinculados u otros gastos asociados, incluyendo el tipo de interés nominal. Es un factor muy interesante a la hora de comparar diferentes préstamos, ya que desde 1990 el Banco de España obliga a indicar la TAE, y por tanto, será un dato que obtendremos de todos los productos. Aunque, por otra parte, no podemos utilizarla como único criterio, sino que también deberemos tener otros factores en cuenta a la hora realizar la comparación y posterior elección de nuestro producto financiero.
¿Qué es el Euribor?
Tercer término del post, cuyo nombre proviene del acrónimo de EURope InterBank Offered Rate, o Tipo Europeo de Oferta Interbancaria. Es el tipo de interés que van a reclamar los bancos de la zona euro, a cambio de prestarse el dinero. Creado en 1999, año anterior a la introducción del Euro, se calcula de manera diaria, realizando la media de los intereses de los bancos más activos de dicha Eurozona, después de eliminar el 15% de valores más altos y más bajos. En función del plazo en el que prestan dinero a los bancos, existen diferentes tipos pudiendo ser semanal, mensual, semestral o anual. El objetivo del Euribor es controlar la inflación, como medida para regular las subidas de precios, ya que este índice se determina en función de la oferta y la demanda.
Desde el año 2000 la mayoría de las hipotecas en España, que son de intereses variables, hacen referencia a un Euribor anual y, por tanto, se verán afectadas por el comportamiento de dicho índice. Además, hay otro componente que está ligado al Euribor y las hipotecas de interés variable. Este factor es el llamado diferencial, que es una parte fija que se debe sumar al índice de referencia (el más común es el Euribor) para calcular el total a pagar para cada cuota en los préstamos.
Hechos a tener en cuenta sobre TIN, TAE y EURIBOR:
- Las caídas del Euribor reducen el importe a pagar por la hipoteca ya existente, mientras que las subidas lo incrementarían, por los componentes mencionados anteriormente.
- El Euribor afecta más a las hipotecas a largo plazo que a los préstamos personales, porque es un índice que varía cada año, aunque el diferencial será mayor en los préstamos. Por otro lado, apenas afectará a microcréditos y créditos en el acto por ser plazos de devolución cortos.
- La forma en la que afecta la bajada del Euribor a las nuevas hipotecas es relevante y llevará a peores condiciones, ya que para compensar dicha caída incluirán diferenciales más altos, que se mantendrán durante todo el proceso de devolución del dinero.
- La caída del Euribor incrementa el riesgo en los productos de ahorro, por tanto, si queremos mantener productos de riesgo bajo, la rentabilidad bajará también.
- El TIN, si bien nos indica los intereses que debemos pagar por un préstamo, no suele ser un factor muy útil para el consumidor, ya que no indica la totalidad de costes asociados.
- Existen páginas que incorporan simuladores de crédito online, que facilitan la labor ya que se indican claramente los parámetros fundamentales como TAE, TIN, intereses, etc.